Me presento

Soy Polilla, estudiante de Hispánicas y amante de las buenas letras. Escribo este blog con dos fines. El primero es egoísta: pretendo almacenar datos interesantes, apuntes, etc. El segundo es altruista: ya que vuelco una cantidad ingente de datos en este caos que es la red, espero que al menos a alguien le sirva.
Así que, querido lector, todo tuyo.

jueves, 21 de abril de 2011

La Ilustración


Para la Ilustración sólo se exige libertad y, por cierto, la más inofensiva de todas las que llevan tal nombre, a saber, la libertad de hacer un uso público de la propia razón, en cualquier dominio. Pero oigo exclamar por doquier: ¡no razones! El oficial dice: ¡no razones, adiéstrate! El financista dice: ¡no razones y paga! El pastor: ¡no razones, ten fe! (Un único señor dice en el mundo: ¡razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!) Por todos lados, pues, encontramos limitaciones de la libertad. Pero ¿cuál de ellas impide la ilustración y cuáles, por el contrario, la fomentan? He aquí mi respuesta: el uso público de la razón siempre debe ser libre, y es el único que puede producir la ilustración de los hombres. El uso privado, en cambio, ha de ser con frecuencia severamente limitado, sin que se obstaculice de un modo particular el progreso de la ilustración.

Kant, ¿Qué es la Ilustración?, en Berlinische Monatschrift.

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