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Soy Polilla, estudiante de Hispánicas y amante de las buenas letras. Escribo este blog con dos fines. El primero es egoísta: pretendo almacenar datos interesantes, apuntes, etc. El segundo es altruista: ya que vuelco una cantidad ingente de datos en este caos que es la red, espero que al menos a alguien le sirva.
Así que, querido lector, todo tuyo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

El latín hispánico

Para conocer en profundidad la lengua española, hay que analizar en primer lugar su origen, su evolución y desarrollo. Éste es un breve resumen de los cambios que sufrió el latín desde que llegó a la Península Ibérica hasta el español estándar, tal y como lo hablamos ahora.


En el 218 a.C., las tropas romanas (dirigidas por los hermanos Cneo y Publio Cornelio Escipión) desembarcaron en la Península Ibérica durante la Segunda Guerra Púnica. Tal y como sucedía en Roma, el latín clásico coexistía con otro de menor calidad, llamado latín vulgar o hablado. Mientras que el primero era la lengua oficial del Estado, el otro era hablado por personas que no habían gozado de una gran influencia de la enseñanza o de modelos literarios, aunque también se podía encontrar en textos escritos en los que se pretendía llegar a todos los niveles de la población. Por ejemplo, el latín vulgar aparecía en estudios de Plauto, Ennio, Terencio o Petronio. También se encontraban en inscripciones no oficiales (tumbas), escritos gramáticos con ejemplos, etc.


Pero volvamos a Hispania. El latín de los conquistadores no fue impuesto, sino que los nativos lo fueron adoptando por conveniencia y por prestigio: tenían que hacerse entender con los nuevos comerciantes, artesanos, dirigentes, etc. Aún así, se seguían utilizando palabras ya existentes, por lo que se dio bastante bilingüísmo. El latín vulgar se dio sobre todo en las áreas más remotas y menos desarrolladas. El proceso de conquista del latín fue rápido hacia el este y el sur, lento hacia el centro, oeste y norte, y nulo en el País Vasco.
Además, se dio una especie de batiburrillo al traer los soldados romanos sus dialectos, osco y umbro.

Tras esta mezcla tan rica, surgieron una serie de innovaciones:

- La Segunda y Tercera Conjugación Latina se fusionaron.
- Aparecieron las formas derivadas.
- Se dio un cambio de significado en algunas palabras.
- Se introdujeron préstamos de lenguas prerrománicas de la Península.


Entre los siglos V y VIII se dio otro tipo de bilingüísmo: entre el latín y el germánico oriental, proveniente de los Visigodos, que eran los conquistadores en ese momento de nuestro país. A su favor hay que decir que el latín siguió siendo la lengua oficial, a pesar de traer ellos una propia. Sin embargo, aportaron también varias cosas:

- Préstamos léxicos.
- Declinación de los sustantivos acabados en -A, ANE (eran los nombres propios de origen germánico, por ejemplo, Froilán).
- Sufijo -engo (Abolengo.
- Sufijo -ez, oz. Estupidez.


Y, por fin, llegamos a la conquista musulmana. Digo por fin porque nos dejaron tanta riqueza, no sólo en cuanto a la lengua, sino también a toda la cultura (medicina, literatura, arquitectura, biología, etc) que España no sería la misma sin todas estas aportaciones, al menos, no tan rica culturalmente.

La invasión islámica se produjo en el 711. En los siete siglos que la supremacía árabe dominó la Península Ibérica dejando multitud de préstamos léxicos y semánticos del árabe; además de la modificación de la sintaxis y la fraseología. También, como ya había ocurrido anteriormente, existían variedades dialectales.


El mozárabe era una variedad hispanorromance que se hablaba en la Hispania islámica. Nos dejó numerosos préstamos, así como el desarrollo de las sibilantes en las variedades andaluzas.

Muestra de mozárabe del siglo XI:

Mio sîdî
ïbrâhîm
yâ tú uemme dolge
fente mib
de nohte
in non si non keris
irey-me tib
gari-me a ob
legar-te


Con la Reconquista del reino de Granada, los nuevos repobladores llevaron a Andalucía todas las variedades del castellano. Dependiendo de dónde eran estos pobladores, así se empezó a hablar en Andalucía, pero ese ya es otro tema.

Fue Alfonso X quien dio pie a la creación de la modalidad estándar. Estableció un canon, que era seguido por las clases altas de Toledo.
Fue, pues, lengua de la administración, unificadora, que servía de corrección.
- Tenía una sintaxis más compleja.
- Además se produjo un incremento del vocabulario con préstamos del latín y el árabe, y con las posibilidades derivativas.

Pero este no era el único estándar hablado: también rivalizaba con el de las clases cultas del habla de Sevilla. Éste, a pesar de ser considerado hoy en día vulgar, ridículo, etc, fue seguido no sólo en las Islas Canarias, sino en América y las Filipinas. En el tema que versa sobre el dialecto andaluz se estudiará con más detenimiento.

Y ésta es la historia, más o menos resumida, de los cambios que sufrió nuestra lengua madre, el latín, hasta dar a luz a uno de sus más importantes hijos: el idioma castellano.

Para leer en profundidad:

- Galmés de Fuentes, Álvaro (1983). Dialectología Mozárabe. Madrid: Editorial Gredos.
- Penny, Ralph (2004). Gramática Histórica del Español. Madrid. Ariel.